¿Seguro que tu negocio está asegurado?
Puede parecer una pregunta obvia, pero atendiendo a un estudio publicado por una reconocida compañía de seguros, la respuesta sería que no.
En este caso, se refiere a los siniestros dentro de la propia empresa, no una negligencia en el desarrollo de la actividad económica, en cuyo caso el seguro contratado es el de Responsabilidad Civil, que es contratado por un 95% de las empresas.
Y es que las reclamaciones por daños a terceros está tomando bastante auge en los últimos tiempos, pero quedando descubierta, en la mayoría de los casos, la reclamación por mala gestión dirigida directamente al dueño o administrador.
El estudio al que hacemos referencia, se refiere a catástrofes naturales, por ejemplo un incendio o una inundación que deje nuestra empresa inaccesible durante bastante tiempo. Igual si que tenemos un seguro que cubra los desperfectos, pero ¿qué ocurre con el tiempo que transcurre entre el siniestro y la puesta en funcionamiento? Los días en que tengo que tener el negocio cerrado y es que:
«el estudio revela que más de la mitad de las empresas españolas desconocen los costes que supondría la paralización de su actividad durante un periodo de tiempo significativo. Sólo 3 de cada 10 compañías tienen contratada una póliza para cubrir las pérdidas reales sufridas por la disminución del volumen de negocio”.
O lo que es lo mismo, el 70% de las pymes que sufren un siniestro de gran trascendencia, cierran, no son capaces de sufragar el gasto que no es otra cosa que prácticamente empezar de cero.
Y es que dice que más de la mitad de las empresas realmente desconocen cuanto podría suponer la paralización de su actividad, si partimos de este dato, difícilmente lo tomaremos como algo de lo que preocuparnos a la hora de plantearnos contratar esa cobertura.
Otro producto poco incluido en nuestra cultura empresarial es el de contratar seguros de salud a favor de los empleados o productos para su jubilación, nos vamos en este caso a un 6,8% de las empresas las que tienen planes de pensiones a favor de los trabajadores quizás porque la mayoría son pymes y autónomos y la contratación de estos productos se convierte en un lujo al alcance de pocos.
La conclusión del informe es lapidaria, confirma que dos de cada tres empresarios piensan que están totalmente respaldados por los seguros que tiene contratados, sin embargo, la historia es al revés y es que el 77% de los empresarios no tienen adecuadamente cubiertos sus riesgos.
Por ello, es importante en primer lugar, que nos planteemos que tipo de riesgos existen en mi empresa y cuáles de ellos quiero o puedo tener cubiertos. A partir de ahí hablaré con la compañía o mejor aún con una correduría, donde al trabajar con distintas compañías me podrá ofrecer más variedad de productos y precios.
En último lugar, también es conveniente que un abogado revise las pólizas contratadas y me informe realmente de las coberturas que tengo: más vale prevenir que curar, cuando el siniestro se ha producido, poca o ninguna solución va a tener.
Por otro lado también es frecuente que estemos pagando por la misma cobertura a través de diferentes pólizas, de ahí la importancia de la letra pequeña. Pagar sí, pero sólo lo necesario.